jueves, 6 de febrero de 2014

Es una mañana de enero de 2016




Mi radio reloj se enciende puntual a las 8 hs con la Mancha de Rolando a todo volumen en la ahora llamada “Radio del amor y la alegría” (ex Mitre). En realidad no hacía falta el despertador porque nunca pude dormir. Los 33° del verano se sintieron en toda su potencia desde que me decomisaron el Split con el argumento de que soy adicta a la energía eléctrica. Sumado a esto los mosquitos hicieron estragos ya que el "Off" fue prohibido "por ser una palabra del Imperio".

Para despabilarme prendo el LCD marca “Para Todos y Todas” (me faltan 32 cuotas para terminar de pagarlo) y sintonizo TN (Todo Néstor). Ahí siguen Barone, Russo y García dándonos las mejores noticias que podríamos escuchar.

Por suerte mis hijos votaron bien y ahora tienen un Plan, así que  no me veo obligada a levantarlos para ir a trabajar. Salgo de la cama para arrancar con la rutina diaria y prendo la ducha. En el baño no encuentro el jabón en pan multiuso (piel-ropa) Querubín. Voy a la alacena y solo encuentro Lavandina Querubín. El gobierno dice que está bien consumir este producto porque es Nacional. Yo pienso que no podría consumir otro ya que es el único en el mercado. Pero bueno qué más da, unas gotitas para lavarme bien las manos y a asearme con el litro de agua que me dejan gastar. Asoma un pensamiento golpista: "¿Moreno, dueño de Querubín, usará esta mier….”, rápidamente me llamo a silencio no sea cosa que …. 

Me visto con ropa suelta, la misma desde hace 3 años que compré en La Salada. No es que sea grande la pilcha, es que sigo con la dieta de $ 6 desde el 2012 y bueno, una adelgaza ¿vió? Les dejo una nota a los chicos diciéndoles que me voy al súper y que si no vuelvo para el almuerzo llamen a su puntero y pidan los chori del día.

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