El camaleón mamá, el camaleón,
cambia de colores según la ocasión
Así como el "guevarista" Heler, dueño del Banco Credicoop, el ex intendente de Morón Sabatella o el tristemente celebre "Cromagnon" Ibarra y su hermanita Vilma, el candidato a Jefe de Gobierno Porteño por el Frente para la Victoria, Daniel Filmus forma parte de la galería de progresistas de libro, los emergentes de la explosión del Partido Comunista de obediencia moscovita que como anguilas han ido cuerpiando un pasado ignorado por muchos argentinos, dicho sea de paso, se han acomodado en diferentes áreas del Estado, donde en capas geológicas se acumulan funcionarios del mismo perfil de diversa jerarquía, puestos allí desde 1983 por las distintas administraciones de este Sistema.
A este personaje le tocó el área educativa, donde justamente ha puesto sus manos el progresismo desde la época de Alfonsín, y donde ha dejado apreciable desastre.
El camaleónico recorrido de este sujeto abarca prácticamente todas las administraciones incluso la del innombrable de Anillaco. Curioso y sintomático.
Un breve recorrido por su historial resulta de interés.
De formación sociólogo fue secretario de Educación de Carlos Grosso entre 1990 y 1992, quien terminó preso por corrupción. Filmus se mantuvo en el cargo a pesar del bochorno del negociado de la escuela-shopping, aquel engendro en que la corruptela del entonces Concejo Deliberante transformó un edificio escolar histórico en un reducto compartido con locales comerciales en pleno barrio de Once.
Fue además asesor de la ministra de Educación de Menem Susana Decibe que impulsó la desastrosa reforma educativa y sus secuelas de asfixia presupuestaria y proletarización docente.
Posteriormente criticó ferozmente esa misma ley que había ayudado a sancionar para que fuera nuevamente reformada. La misma ministra progresista de Menem (Decibe) afirmó al diario Clarín (12-1-06) que Filmus apoyó vehementemente la reforma de los 90.
Con Ibarra, que terminara destituido, Filmus volvió a la Ciudad, nuevamente como secretario de Educación. Durante tres años, piloteó un proceso de declive implacable de la escuela pública porteña, caracterizado por la caída del salario docente y el derrumbe de los edificios escolares.
Reciclado por Kirchner el personaje comenzó a atacar la política del menemismo como si el hubiera sido asesor de la Ministra de Educación del planeta Marte durante aquella y nefasta época.
Este personaje es la prueba viviente y palpable de que el progresismo se mantiene en el poder esté quien esté en la administración del Estado, por que, es un elemento indispensable del Sistema de Dominación y su presencia es dictada desde afuera por terminales del Poder Mundial (ONU, fundaciones norteamericanas y europeas libres de impuestos, Banco Mundial, etc)
El historial del personaje es un gentil envío del Cda. Centurión
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